Octubre de 2014 en Berlín. La feria IFA ha cerrado puertas un par de semanas antes y
todo el mundo esperaba más de Huawei, un gigante todavía en ciernes
que por aquel entonces seguía creciendo, pero que en sus declaraciones
apuntaba muy alto. De hecho, afirmaban querer el primer escalón del
mercado mundial antes de 2020…
Sin embargo, el bombazo no era un smartphone de altas prestaciones
para competir de tú a tú en el segmento más noble, sino la llegada
una firma ‘spin-off’ como Honor que nacía de la escisión de su gama más alta en China, y es que efectivamente
los mejores teléfonos de Huawei en su país natal se englobaban en una gama denominada Huawei Honor.
Seguramente no conocíais ese pequeño detalle, pero sí,
Honor es parte de Huawei,
y cuatro años después empieza a ser ya una firma reconocida en los
mercados internacionales. Lo tenía claro el fabricante con sede en
Longgang que la casa se construye por los cimientos, y que
un catálogo compensado era más prioritario que un gama alta resultón.
Así pues, el nacimiento de Honor como marca independiente tenía por objetivo el
ataque directo a un público más joven, convirtiéndose en poco tiempo en una especie de Huawei con una filosofía más desenfadada -incluso puedes hablar con su CEO cada semana-, ventas sólo a través de Internet y
precios muy contenidos para plataformas casi idénticas a las utilizadas por la casa matriz.
Europa y los jóvenes, un mercado por explotar…
Desligados del encorsetamiento de una gran marca como Huawei, lo cierto es que
Honor disponía de toda la maquinaria y la infraestructura de un gigante para poner en el mercado dispositivos con la mejor relación calidad/precio, y desde el primer momento
sus lanzamientos no defraudaron.
De hecho, es ya tradición que
Honor utilice mejoras y tecnologías de los últimos gama alta de Huawei, como la pintura con degradado y la inteligencia artificial de los Huawei P20 en un exitoso Honor 10 que bate récords manteniendo la plataforma del P20 casi intacta, con un
diseño más atrevido y precio más atractivo.
Es el público más joven el que se quiere conquistar, en palabras de la propia Honor los
nativos digitales, así que
el enfoque del nuevo fabricante es más juvenil, renovado y occidental. Quieren triunfar en Europa entre esa generación de
‘millenials’
que vive en Internet, por lo que no es necesario hacer campañas de
publicidad demasiado agresivas en medios tradicionales, sino que
en Honor se manejan mejor las redes sociales y la repercusión mediática.
Ha sido siempre una norma escrita a fuego en la política de Honor el
escuchar a sus usuarios, así que desde siempre la compañía ha aceptado
sugerencias y peticiones en especial en la parte software y de las actualizaciones, así que sus clientes suelen tener conexión directa con la compañía para quejarse o proponer mejoras.
Honor y Huawei, un caso diferente al de OnePlus/Oppo o Nubia/ZTE
Honor nace pues con un desarrollo independiente al
de Huawei, como un fabricante con base en Europa y que vende a través de
Internet una gama de smartphones con la mejor relación calidad/precio,
aprovechando además todo el potencial de Huawei y sin necesidad de renegar de sus orígenes.
Decían por aquel entonces los directivos de Huawei que
la estrategia funcionaba bien en líneas aéreas o en el mercado automovilístico, donde Renault o Dacia compartían infraestructuras y tecnologías con éxito, así que era lícito disponer de
marcas diferentes para públicos diferentes.
Honor desligaba su marca del estigma de “fabricante chino”, y su
llegada estaba más que justificada por la concepción tan distinta que
tenía respecto a Huawei.
La cosa funcionó,
Honor crece al abrigo de Huawei calcando sus plataformas de hardware pero utilizando precios y campañas de márketing diferentes, canales de venta directa exclusivamente en Internet y
precios de derribo para terminales muy encima en cuanto a posibilidades.
Huawei quiere competir contra todo y contra todos, quiere ser el
primer fabricante de smartphones a nivel mundial, y quiere ser
reconocido globalmente. Su marca puede estar en boca del más joven o del
más viejo, y sus teléfonos
quieren ser universales como lo es hoy en día la marca Samsung Galaxy.
Honor no, a Honor no le hace falta. Su estrategia pasa por ser
un fabricante más joven y más atrevido, distanciado de los focos de la gama alta pero ofreciendo dispositivos de la mejor calidad a precios mucho más contenidos y atractivos.
Honor quiere contentar a los jóvenes pensando como ellos…
Es un caso similar a priori, pero
muy diferente al de OnePlus y Oppo si nos fijamos, pues estos tan sólo comparten inversores siendo fabricantes totalmente distintos. También es una relación
alejada de las estrategias de Nubia y ZTE,
que compartían también inversores e infraestructura -ZTE tuvo una gama
denominada Nubia en China-, pero que en su escisión separaron
completamente sus caminos para que Nubia sea un nuevo fabricante de
pleno derecho.
Honor ya es relevante en Europa, pero ahora Xiaomi compite en su Liga
Seguramente
el gran punto débil de Honor es la diferenciación,
y seguramente también este apartado haya generado mucha confusión entre
los usuarios a la hora de decidir entre un smartphone Honor o uno
Huawei. Para muestra un botón, si comparamos al Huawei P20 con un Honor 10…
Esto no es malo para Huawei pues competir contra ti mismo significa que sólo ganas tú, aunque la verdad es que
quizás Honor deba seguir luchando para distanciar un poco su marca de la matriz, aunque para ello deba seguramente arriesgar más en cuanto a hardware.
Honor busca traer las mejores especificaciones al mejor precio, y
con esas premisas se ha hecho un nombre y se ha vuelto relevante en Europa, donde ya crece a buen ritmo y vende como nunca antes. Su calidad está fuera de toda duda, y
disponer de pocos teléfonos pero buenos ayuda a posicionarte…
Sin embargo, el aterrizaje internacional de Xiaomi seguramente les
haya puesto en el escenario que más temían desde su nacimiento, pues
la estrategia de Xiaomi es esencialmente la misma: smartphones lo mejores posible, a precios lo mejores posible.
Sea como fuere, la
competencia es buena para todos y Honor dispone de la capacidad de un
gigante como Huawei detrás, así que seremos los usuarios los que salimos
ganando…