En más de una ocasión, los usuarios se quejan
amargamente cuando no reciben una actualización de Android a tiempo. La
pregunta común es, si ya está el nuevo software disponible por parte de
Google ¿porqué no me llega y punto? La culpa se la
suelen llevar los fabricantes y sus ganas de poner sus interfaces para
ofrecer una experiencia diferente, aunque para muchos sólo sea
bloatware. Pero la realidad es que el lanzamiento de una actualización de Android es mucho más complejo
y a continuación os revelamos los pasos que se siguen desde que se
publica la nueva iteración hasta que llega a un terminal concreto.
Cinco etapas y tres caminos diferentes siguen las actualizaciones de
Android, dependiendo de si son terminales de operador, libres o Google
Play desde que se publica la nueva versión del sistema operativo hasta
que llega al usuario, como nos muestra HTC en una interesante infografía que podéis
ver aquí completa.
Fase 0 – Evaluación
En esta fase, los tres tipos de móviles llevan un camino parecido en
todos los pasos que empiezan con el envío, por parte de Google, del PDK o Platform Development Kit que llega antes del anuncio de la nueva versión correspondiente de Android, como pudo ser Lollipop hace tres meses.
Tras esto Google también ofrece el código fuente a los fabricantes de
los procesadores al mismo tiempo que a los fabricantes de terminales.
En esta etapa, los primeros determinan qué chipsets soportarán la nueva
versión de Android mientras los segundos evalúan los requerimientos de
la nueva versión para sus terminales compatibles según esta información.
Fase 1 – Desarrollo
En esta fase, aún los tres tipos de terminales siguen un camino
paralelo ya que es el fabricante de los SoC el que, tras definir que
modelos soportarán la nueva versión, tiene que crear los nuevo drivers
necesarios y realizar diferentes optimizaciones para cada chipset.
Esto se traduce en un BSP (Board Suport Package) modificado que se envía a los fabricantes para que lo aplique en los terminales que tienen tal o cual chipset.
Fase 2 – Integración
Aquí ya es cuando la cosa se complica y se separa si tenemos un terminal de operador, libre o Google Play, y la primera razón de los diferentes tiempos de desarrollo para cada uno ya que los últimos, directamente, van a la fase 3.
En el caso de los terminales libres es más sencillo, ya que sólo
pasan por el estadio en el que el fabricante asigna los equipos y los
recursos necesarios para dar soporte a la nueva versión a través de una “Maintenance Release”
que es técnicamente como se llama a una actualización. Este es el
momento en el que se decide si la versión actual de un interfaz es
compatible, y puede integrarse con el código fuente de la nueva
iteración de Android, o si requiere una nueva. Con esto, estos
terminales pasarían a la siguiente fase.
Este paso le siguen también los terminales de operador pero tienen ya
otros pasos que retrasan su desarrollo. Y es que es cuando el
fabricante tiene que ponerse en contacto con ellos por primera vez para
definir las modificaciones especiales que, por su parte, tendrán que
incluir como aplicaciones, servicios y otros requerimientos que habrá
que integrar antes de pasar a la siguiente fase en el código fuente.
Fase 3 – Test y certificaciones
Esta es la que causa más dolores de cabeza a los fabricantes, porque
entra de nuevo en juego Google. Todos los modelos pasan por un primer
test interno en el fabricante tras lo que se envía para su certificación
en lo que se llama una versión “Lab Entry”.
Si bien en el caso de los terminales libres y Google Play Edition se
envía directamente a Google que responde, si los hubiera – y siempre hay
– con los errores que hay que corregir para que el software pase el
corte, en el caso de los de operador se complica un poco este paso, y de
nuevo, ralentiza el lanzamiento.
Y es que el fabricante es el que se lo manda al operador, que realiza
unos nuevos tests andes de enviarlos a Google. Del mismo modo, la
respuesta de Google pasa de nuevo al fabricante que tiene que volver a
enviar al operador el software en versión LE para la certificación. Y
así una y otra vez hasta que tenga el OK.
Cuando se logra una versión sin fallos, en cualquiera de las
opciones, es cuando ya el software se remite a las entidades reguladoras
del mercado, las de la industria y, obviamente, Google, para obtener la
certificaciones de estos tres sin las que no puede seguir el proceso
adelante que es ya el OK definitivo de los de Mountain View con su sello “Techinical Acceptance (TA)”
De nuevo, los terminales de operador tiene un paso previo por el que pasar, y es que el fabricante recibe antes del TA de Google, el que emite el operador.
Fase 4 – Envío de la actualización
Por fin llega ya el momento de que el usuario reciba la
actualización. Aunque hemos venido contando cada paso en paralelo, es
evidente que no llegan al mismo tiempo a este estado si son terminales
de operador, libres o Google Play Edition. Cuando cada una de estas
versiones cuenta con la TA es cuando ya se prepara la actualización OTA
(Over The Air) a partir de la Maintenance Release aprobada,
que se enviará, para los terminales Google Play Edition, desde los
servidores de Google, para los libres desde los del fabricante y para
los del operador, desde unos que son compartidos entre estos y la marca.