Los que llevamos siguiendo el sector de las telecomunicaciones y
tecnologías móviles varias décadas recordamos otras épocas en las que
las cosas eran bastante diferentes. Actualmente marcas como Apple o
Xiaomi son muy importantes, Samsung es la número uno y el mercado de los
teléfonos no se entiende sin los smartphones. Pro no siempre fue así.
Hasta la llegada del iPhone los teléfonos inteligentes eran una rama
minoritaria de la telefonía móvil y empresas como Motorola, Siemens y
Nokia eran las más relevantes a nivel mundial, con otras como Alcatel o
Phillips creando modelos con mucho éxito.
Recientemente
nos hemos enterado
de que en 2003 hubo un acercamiento entre dos de las marcas más
importantes de tecnología para consumar una adquisición. Si hablamos de
Motorola y Huawei actualmente la inercia nos haría pensar que la empresa
china podría comprar a su rival, pero en 2003 no fue así.
A
primeros de este siglo ejecutivos de Motorola (que por entonces era una
empresa muy exitosa que funcionaba de manera independiente) y de Huawei
(que era una empresa grande pero muy alejada de lo que es ahora) se
reunieron para sopesar la venta de la segunda a la primera.
En aquella época Motorola era una de las referencias a nivel mundial
de tecnología móvil y Huawei se empezaba a posicionar como una gran
constructora de redes pero no tenía ni una marca potente de cara al
consumidor ni una estrategia que pudiera hacer prever en lo que se ha
convertido.
Ren Zhengfei, Mike Zafirovski y Larry Cheng
Ese año se reunieron
Mike Zafirovski, director de operaciones de Motorola,
Larry Cheng, responsable del negocio chino de la marca y
Ren Zhengfei, fundador de Huawei, para poner sobre la mesa una posible adquisición de Huawei por Motorola.
Esa compra estaría valorada en 7500 millones de dólares, una cifra
que actualmente se antoja ridícula para un gigante como Huawei.
Ambas partes firmaron un preacuerdo para llevar a cabo la venta, que
en ese momento no estaba ni siquiera mal vista por el gobierno chino,
que veía a Huawei como una empresa más. Habían intentado invertir en
ella pero sus fundadores habían optado en aquel momento por la inversión
privada.
Pero en Motorola paso algo. El directivo de mayor rango, Zafirovski,
fue relevado de su cargo. Aquí es donde entra en escena su sucesor,
Ed Zander, que en un principio mantuvo las conversaciones abiertas.
No obstante los movimientos se fueron ralentizando y finalmente el
consejo de administración de Motorola decidió no llevar a cabo el
acuerdo porque dudaban de que Huawei fuera tan importante y que
mereciera la pena tamaño desembolso. Puesto en contexto haber pagado un
tercio de lo que le costó WhatsApp a Facebook por hacerse con Huawei no
parece una mala idea pero hablamos de hace 16 años, un momento en el que
no es que los smartphones no fueran importantes, es que el iPod acababa
de ser lanzado y las redes de comunicaciones 3G empezaban a moverse a
nivel mundial.
Lo que paso después ya lo sabéis todos. La división de móviles de Motorola fue vendida a Google y posteriormente a Lenovo. Huawei se convirtió en un gigante con pocos rivales a nivel mundial.
Es fácil verlo ahora pero no queda claro si, de haberse llevado a
cabo dicha compra, Huawei hubiera salvado a Motorola, o la empresa china
se hubiera diluido dentro de la americana, vendida a sus rivales.