Después de unas semanas de o más movidas en el seno de
Huawei, por fin parece que las aguas vuelven a su cauce. Y no l decimos nosotros, es el propio Presidente
Donald Trump
quien hace unos minutos ha levantado las restricciones a la empresa de
tecnología más importante de China, Huawei como parte de una tregua
comercial con Pekín.
Hace algo más de un mes Trump ordenaba a Google
y otras empresas noreteamericanas dejar de trabajar junto a Huawei como
parte de su guerra de comercio con el gigante asiático. Ahora el máximo
mandatario de la «capital del mundo» ha declarado que el
presidente chino Xi Jinping había prometido comprar «enormes» cantidades de productos agrícolas a cambio de levantar el veto de EEUU a Huawei.
Un G20 clave para Huawei
Trump ha elegido la rueda de prensa posterior a la cumbre del G20
celebrada en Osaka para dar a conocer los cambios en la estrategia de
aranceles del país americano respecto a China al mismo tiempo que
confirmaba que el veo de empresas americanas a Huawei quedaba
extinguido. El propio Presidente de EEUU ha declarado
«Enviamos y vendemos a Huawei
una enorme cantidad de productos que forman parte de lo que fabrican, y
yo he dicho que eso está bien. Seguiremos vendiéndoles estos productos».
De esta forma parece que de ahora en adelante los productos de Huawei
no resultan una amenaza para la seguridad nacional norteamericana,
poniendo de manifiesto que lo que se escondía detrás de estas
declaraciones no era más que una jugada más en la partida que China y
Estados Unidos llevan tiempo manteniendo, con sus relaciones comerciales
en juego.
Historia de una guerra comercial
La industria tecnológica sufría un terremoto el pasado 19 de mayo, cuando
Google – y por tanto Android- anunciaba que anulabasu relación oficial con Huawei,
con motivo de la sanción del Gobierno americano a la empresa china, lo
que a partir de entonces se pasó a conocer como el veto de EEUU a
Huawei.
Tras unos momentos de desconcierto, la compañía lanzó un comunicado asegurando que Huawei
seguirá proporcionando actualizaciones de seguridad y servicios
postventa a todos los smartphones, tabletas y dispositivos Huawei y
Honor, tanto a los que ya se hayan vendido como a los que siguen estando
en stock en todo el mundo.
Con el futuro de sus dispositivos en el aire, Huawei comenzó a desarrollar su propio sistema operativo, algo que no pareció gustar demasiado a Google, quien animó al gobierno de EEUU a levantar este veto. No obstante l
a
administración Trump ha estado recopilando desde entonces aliados
dentro de la industria tecnológica, encontrando por el camino a ARM y Facebook,
además de otras empresas obligando a Huawei a reaccionar. Aunque la
guerra comercial entre ambos países era el telón de fondo, el gobierno
estadounidense afirmaba que los equipos de Huawei podrían estar al
servicio del para espionaje chino, algo que la empresa ha negado con firmeza.
Desde entonces China ha solicitado en varias ocasiones que Huawei
sea quitado de lista negra de comercio tan pronto como sea posible y ha
acusado a Estados Unidos de usar el poder del Estado para para hostigar
a una empresa privada de forma injusta.
El penúltimo episodio de esta historia llega tras la afirmación, hace horas, del
Presidente Trump, afirmando que l
as empresas estadounidenses pueden vender sus equipos a Huawei de nuevo, puesto que «estamos hablando de equipos donde no hay problemas que pongan en riesgo la seguridad nacional».
¿Qué pasará a partir de ahora?
De momento Trump solo ha vuelto a «permitir» que las empresas
americanas vuelvan a colaborar con la compañía China, pero ahora es
Google quien debe comunicar que recibe, de nuevo, con los brazos abiertos al segundo vendedor de teléfonos a nivel global.
Dado que hablamos de una empresa a la que le gusta tener todo bajo
control, no dudemos en que todo vuelva a la normalidad en los próximos
días.
Ahora
Huawei, quien ya había iniciado a recuperar la confianza de los usuarios prometiendo devolver el dinero si sus dispositivos se quedaban sin apps de Google y, recientemente, había asegurado la actualización de sus móviles con Android Q, podrá volver a centrarse en sus teléfonos, más que en sus relaciones comerciales.