Cuando cambiamos de tarjeta SIM, lo normal es que la antigua la dejemos en un cajón o incluso la tiremos porque pensemos que ya no nos sirve. Evidentemente estamos de acuerdo en que no nos sirve de nada, pero quizás el hecho de tirar la tarjeta SIM o dejarla al alcance de cualquiera no sea la mejor opción. Quizás no lo sepas, pero puedes correr mucho peligro.
Y es que aunque no te lo hayas planteado, ya sea porque ya no te sirva o porque hayas cambiado de compañía, tu tarjeta SIM sigue almacenando algunos datos tuyos. Entre todos esos datos que es capaz de almacenar tu antigua tarjeta, hay algunos que pueden ponerte en peligro, algunos tan importantes que pueden provocar que sufras robos de datos, por lo que te vamos a explicar todos y cada uno de los datos que puede llegar a almacenar esta tarjeta.
Lo más peligroso: tu dinero
De entre todos los datos sobre ti que es capaz de almacenar tu antigua tarjeta SIM, quizás el más importante de todos ellos es la cuenta bancaria; sí, has leído bien, la cuenta bancaria. Y es que obviamente de entre todos los datos que la operadora tiene consigo y que es capaz de introducir dentro de la memoria de la tarjeta SIM, la cuenta bancaria de donde sale tu dinero para pagar las facturas puede estar ahí.
Esto se debe a que en la tarjeta SIM se almacena toda la cantidad de datos y por tanto, si está relacionado con la operadora de teléfono, posiblemente pueda estar ahí. No siempre puede darse el caso en el que tu cuenta bancaria se encuentre en la SIM; depende del tipo de tarjeta SIM y de la forma en la que lo gestiones tu operadora. Ahora bien, en el caso de que esté, alguien coja la tarjeta y tenga la oportunidad y el conocimiento de llegar a leer el interior de la tarjeta SIM, tu dinero puede estar en peligro, por lo que para no sufrir los posibles robos de datos, mejor dejar tu tarjeta junto a ti.
Otros datos que almacena esta tarjeta SIM
Si eres una persona celosa de la privacidad, posiblemente con lo que estás a punto de leer te pondrás muy nervioso. Y es que más allá de la cuenta bancaria y del más que evidente número de teléfono móvil y nombre que se encuentran dentro de la tarjeta SIM, hay otros datos que pueden estar en peligro.
Entre otros datos que nos podemos encontrar están el operador que tienes contratado, el código IMEI, el código de país o el estado en el que se encuentra la tarjeta. Todos ellos caben en los 512 KB, que es el máximo posible que puede almacenar dicha tarjeta. El delito de robar información desde la tarjeta SIM es conocida como SIM-Swapping o SIM-Hacking y por supuesto, existe, por lo que todos estos datos pueden caer en las manos equivocadas.
Por lo tanto, sabiendo ya toda la cantidad de datos que es capaz de retener la tarjeta SIM que querías tirar, lo mejor es que te lo pienses dos veces y la guardes mejor en un sitio en el que la tengas siempre controlada.
En caso de que tengas número PIN, puedes estar algo más tranquilo, pues aunque pierdas la SIM, tendrán complicado acceder a la información. Por el contrario, si prefieres tener únicamente un patrón en el teléfono para cuando lo apagas o reinicias estás corriendo muchos riesgos.