ZTE y Huawei, Huawei y ZTE: Dos marcas y un destino… Puede sonar poético pero
la realidad no tiene nada de poética para dos de los fabricantes chinos más importantes de la ‘industria smartphone’, que voluntaria o involuntariamente están librando ya la batalla más importante de su historia.
Hablamos cómo no
de la guerra entre el gobierno de los Estados Unidos y los fabricantes chinos, recrudecida desde el desembarco de Huawei en territorio norteamericano pero abierta hace años, allá por el 2012, y hoy
con ZTE como el peor damnificado tras la prohibición por parte del Departamento de Comercio de vender componentes y tecnología estadounidense al fabricante chino.
En un mar de acusaciones y desmentidos lo único que nos queda claro de todo este lío es que
los Estados Unidos, y ahora también otros gobiernos como el de Theresa May en Reino Unido, recelan del papel de los fabricantes chinos en nuestros mercados, y tienen dudas de lo
que hacen ZTE y Huawei con los datos que recopilan de sus usuarios.
Las declaraciones más duras han llegado desde las agencias de inteligencia y seguridad estadounidenses, y es que
tanto el FBI como la CIA y la NSA desaconsejan a sus ciudadanos adquirir teléfonos de Huawei y ZTE de forma directa y explícita, a lo que los dos fabricantes
respondían hace unas semanas afirmando que ellos no están espiando a nadie.
Las
palabras de Chris Way, director del FBI, no dejan indiferente a nadie:
Estamos profundamente preocupados por el riesgo que implica
permitir a casi cualquier empresa o entidad, en deuda con gobiernos
extranjeros que no comparten nuestros valores, gane un posición de poder
en nuestras redes de telecomunicaciones.
Esto proporciona la capacidad de ejercer presión o control sobre
nuestra infraestructura de telecomunicaciones. Ofrece la capacidad de
modificar maliciosamente o incluso extraer información
intencionadamente. Y esto hace posible llevar a cabo actividades de
espionaje no detectadas.
No se escondió tampoco
Michael Rogers, director de la NSA,
afirmando que todos los gobiernos deben velar por la seguridad nacional
y que este desafío irá a más en el futuro, precisando de mejores
herramientas y más recursos para vigilar a este tipo de empresas:
Es un desafío que aumentará con el tiempo, no disminuirá. Empresas como estas deben ser observadas con mucho cuidado.
Huawei y sobre todo ZTE, en el ojo del huracán…
Las dos firmas chinas no tardaron es
desmentir todas las acusaciones, Huawei de forma muy vehemente y afirmando sentirse frustrada por la
actitud obstructiva de las operadoras en los Estados Unidos de cara a comercializar sus productos.
Decía el gigante chino que
ellos no son más peligrosos que cualquier otro proveedor de servicios TIC, y recordaba que operan en más de 170 países con la confianza de todos los países que les acogen, afirmando además conocer una
intención clara de socavar el negocio de Huawei en los Estados Unidos por parte de varias agencias del gobierno.
ZTE por su parte se enorgullecía de la innovación y seguridad puesta siempre en sus productos,
y que tal y como hacen todas las empresas que cotizan en bolsa estaban
comprometidos a cumplir con las leyes de los Estados Unidos, prestándose
además a
colaborar con todos los agentes necesarios para aprobar los protocolos de certificación de los dispositivos ZTE.
Nada valió, y es que poco después llegaba el bombazo de la prohibición de exportar tecnología y componentes a ZTE por parte de empresas estadounidenses, como
sanción por enviar ilegalmente tecnología de los Estados Unidos a Irán. Un hecho por el que el FBI también investiga a Huawei…
Si
ZTE se declaraba culpable ante el Tribunal Federal en Texas
de conspirar para violar las sanciones estadounidenses a Irán, con
multas de hasta 890 millones de dólares sumados a los despidos y
sanciones para unos 40 empleados, parte esta última del acuerdo que
incumplió ZTE y que ha llevado al actual bloqueo,
a Huawei las cosas podrían salirle incluso peor.
El Departamento de Justicia del gobierno estadounidense
cree que Huawei también ha violado parte de los acuerdos comerciales y las sanciones impuestas a Irán y Corea del Norte, por lo que el gigante chino
podría enfrentarse a sanciones, prohibiciones e incluso a delitos penales por parte de sus más altos cargos.
Las agencias de los Estados Unidos lo dejaban muy claro en algunas de sus intervenciones públicas relacionadas con el caso:
No podemos confiar en lo que nos dicen [relativo al acuerdo
incumplido por parte de ZTE], y en comercio internacional la confianza
es muy importante.
ZTE no ha respondido oficialmente a un bloqueo que
los analistas afirman devastador para la compañía, debido a su
dependencia de los componentes y productos de software estadounidenses, y
Huawei tan sólo ha querido hacer oficial su compromiso más férreo con todas las leyes y regulaciones vigentes en todos los países en los que opera, incluso aquéllas que aplican al control de exportaciones.
El último capítulo del tira y afloja: Ningún dispositivo de ZTE y Huawei se venderá en bases militares de los Estados Unidos
Los
últimos movimientos por parte del gabinete de Donald Trump y sus agencias no son más halagüeños al respecto de una salida amistosa, y es que tal y como nos informa
Android Authority desde
el Pentágono se ha prohibido vender dispositivos Huawei o ZTE en todas las bases militares estadounidenses alrededor del mundo.
No es un bloqueo global ni
tampoco un problema mayúsculo para una Huawei que aspira al trono mundial, pero que necesita al mercado norteamericano para ello ahora que empieza a venderse bien en todo el mundo con un P20 Pro confirmado como su mejor smartphone de la historia, aunque sí es un paso más de los Estados Unidos que
muchos se han tomado como una advertencia muy seria.
En la orden del Pentágono
no se prohíbe la utilización de los smartphones de Huawei y ZTE,
pero sí se eliminan los terminales de los dos fabricantes chinos de las
estanterías de cualquier establecimiento minorista ubicado en bases
militares estadounidenses.
¿La razón? Pues obviamente
la razón es evitar el espionaje,
y de hecho se indica que el Pentágono está estudiando la posibilidad de
emitir una declaración de advertencia a nivel militar sobre el uso de
equipos Huawei o ZTE y los peligros que pueden representar, considerando
que
pueden ser peligrosos para la seguridad nacional:
Los dispositivos Huawei y ZTE pueden representar un riesgo
inaceptable para el personal, la información y las misiones del
Departamento [de Defensa]. A la luz de esta información, no es prudente
que los comercios del departamento continúen vendiéndolos.
Concretamente, parece que el ejército norteamericano está preocupado por las posibilidades de que
Huawei o ZTE puedan utilizar sus terminales para localizar soldados estadounidenses desplegados en misiones o en el campo de batalla.
La
respuesta de Huawei a The Verge es de nuevo clara a la hora de
exculparse de prácticas ilícitas, y además afirman que sus dispositivos no tienen esas mencionadas capacidades para localizar personas concretas;
Los productos de Huawei se venden en más de 170 países en todo el
mundo y cumplen con los más altos estándares de seguridad, privacidad e
ingeniería en todos los países en los que operamos globalmente,
incluyendo los Estados Unidos. Seguimos comprometidos con la apertura y
la transparencia en todo lo que hacemos, y quedemos dejar claro que
ningún gobierno nos ha pedido que comprometamos la seguridad o la
integridad de ninguna de nuestras redes o dispositivos.
Por su parte,
ZTE mantiene el mutismo y no ha realizado declaraciones oficiales al enésimo revés por parte de las autoridades de los Estados Unidos, aunque
su caso es más sangrante pues ya no tiene acceso a tecnología ni componentes fabricados en territorio norteamericano, e incluso podría perder su licencia de Android.
Veremos
en qué acaba todo esto, porque no acabará aquí. Y aunque es cierto que
nos alegramos de que los gobiernos velen por nuestra seguridad, también
esperamos que se preserven las libertades de opinión, de prensa y de
libre comercio… ¿Serán Huawei y ZTE un peligro como nos quieren hacer
ver?
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WSJ