iFixit han puesto sus manos en uno de los terminales más cotizados del momento, el Samsung Galaxy S6 Edge, que como de costumbre han
desmontado hasta el último tornillo para conocer lo fácil o difícil que será de reparar. Y en este sentido, el dispositivo de la marca coreana es una auténtica
virgería de la ingeniería pero a cambio de presentar
ciertos problemas para su reparación.
Los miembros de iFixit se muestran impresionados con la tecnología
que hay dentro y fuera del Samsung Galaxy S6 Edge que determinan como
“una piscina infinita en tu mano”.
Podemos dar fe que la sensación que se tiene con el Galaxy S6 Edge, que
pudimos probar en varias ocasiones durante el MWC 2015 es, actualmente,
inigualable con otros terminales.
Eso si, todo tiene un precio, y como ya se comentó en la feria, la opción de tener
dos carcasas de cristal, como ocurre en otros terminales similares, conlleva que estas son un auténtico
imán para las huellas dactilares. Además, y en esto entra ya la opinión de iFixit, Samsung ha optado por
una solución para ensamblarlas mediante pegamento y no con tornillos, lo que hace complicado retirarlas sin el peligro de pasarse de presión y partirlas.
Es el primer punto en contra que han encontrado estos expertos en su
pormenorizado despiece del terminal, sin embargo, también han encontrado
uno positivo frente al Samsung Galaxy S5 y
es que ya no habrá que retirar la pantalla para acceder a la batería,
se puede acceder directamente a ella sólo retirando la tapa trasera.
Sin embargo, de nuevo nos encontramos que este elemento está
pegado a la tapa de cristal,
lo que hace delicada la sustitución de la misma aunque hay que recordar
que se trata de Gorilla Glass 4 que resiste algo más la presión y los
golpes.
Un diseño innovador que supone ciertos sacrificios
En sus conclusiones, iFixit le da una
nota de reparabilidad de 3 sobre 10,
algo baja pero es el precio que hay que pagar por con contar con las
dos piezas de cristal por delante y por detrás, según estos expertos, ya
que duplica la posibilidad de romperlas, sobre todo por haberlas
ensamblado en el terminal con pegamento y no con tornillos. Por otra
parte, la batería es también uno de sus puntos comprometidos ya que va
pegada a la tapa trasera y encajada entre la placa base y la estructura,
lo que hace difícil su extracción.
En el plano positivo, mejora el diseño del Galaxy S5 y la
inmensa mayoría de los componentes son modulares,
por lo que a parte del trabajo que de retirarlos, es posible sustituir
unos por otros sin tener que incurrir por ello en retirar más piezas de
las necesarias.
Fuente:
iFixit