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Cuando parecía que las sanciones de Estados Unidos habían sentenciado su futuro en la telefonía móvil, Huawei ha protagonizado una de las remontadas más épicas del sector. Lejos de estar acabada, ha sobrevivido refugiada en su país natal y liderando una industria de chips clave para smartphones y también ordenadores.
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Un duro golpe. Y tan duro: de la noche a la mañana, Huawei perdió el acceso a los servicios de Google y a componentes clave fabricados con tecnología estadounidense. Pasó de ser el número uno mundial a desaparecer de los rankings internacionales. Sin embargo, lo que pudo parecer una estocada mortal se convirtió en el catalizador de una transformación radical que hemos venido cubriendo desde Xataka Móvil. Ahora empieza a dar sus frutos.
La reconquista de China. Mientras muchos mercados le cerraban la puerta, el gigante chino se centró en casa y la jugada no podría haberle salido mejor, incluso con su software HarmonyOS. Después de ser la que más móviles coloca en el mercado chino, ahora Counterpoint confirma su recuperación paulatina en el mercado global. Aparte de sus smartphones 5G convencionales, ha sabido captar la atención con lanzamientos como sus triplegables Huawei Mate XT y el último Mate XTs.
Este repliegue no fue solo por necesidad, sino también una oportunidad para apelar a un sentimiento de orgullo nacional. Muchos consumidores en China vieron la compra de un dispositivo Huawei como un gesto de apoyo a una empresa local frente a la presión extranjera. Esta lealtad ha sido el colchón que ha permitido al gigante chino capear el temporal y planificar su recuperación.
Los números. El informe de Counterpoint para la primera mitad de 2025 es claro: el mercado global de smartphones premium (más de 600 dólares) creció un 8% y aunque Huawei no entra en el top 5 global de este segmento, su crecimiento en China es el motor que impulsa a la marca. Ha tenido un crecimiento interanual del 24% y una cuota del 8% en el mercado mundial.
Así, Huawei pinta un escenario donde se posiciona ya como el tercer fabricante, comiendo terreno directamente a Apple en su propio feudo. Sabemos que, el año pasado, el primer plegable de doble bisagra ganó en interés a los iPhone 16. Por si fuese poco, en China, HarmonyOS ya es el segundo sistema operativo más usado por encima de iOS.
Perspectiva. Puede que Huawei todavía no presuma de cuota por mercados extranjeros, pero es conveniente poner estos números en perspectiva. Recuperar cuota en China, el mercado de smartphones más grande del mundo, supone vender millones de unidades. Cada punto porcentual que Huawei arrebata a Apple en su territorio se traduce en un impacto visible en los resultados globales.
Autosuficiencia e innovación. El gran mérito de Huawei ha sido transformar los vetos en una oportunidad. La imposibilidad de usar componentes estadounidense les obligó a acelerar el desarrollo de sus chips Kirin de fabricación propia y a consolidar su propio ecosistema basado en HarmonyOS Next, independiente de Google.
El camino no ha sido fácil. Desarrollar chips competitivos (aunque aún lejos de la vanguardia) desde cero o construir un SO con un parque de apps atractivo son tareas que llevan muchos años. Huawei ha tenido que invertir miles de millones y enfrentarse a desafíos técnicos. El resultado es una compañía menos vulnerable a las presiones geopolíticas.
El mercado de 2025, una batalla más reñida. El regreso de Huawei reconfigura el panorama: Apple sigue liderando el mercado premium, pero sufre en China. Samsung mantiene la segunda posición gracias a la buena acogida de los Galaxy S25. Mientras, otros como Xiaomi y Google crecen a un ritmo vertiginoso. La pregunta que se hacen los analistas no es si Huawei podía volver, sino, si será capaz de superar a Samsung en la segunda mitad de año.




























Estados Unidos ya prohibió a
ZTE utilizar componentes de la americana Qualcomm, y parece ser que el
asunto va a mayores. Unos presuntos negocios con Irán han sido los
causantes del baneo impuesto por EE.UU., el cual ha obligado a ZTE a cesar su actividad por completo.
No hay noticias sobre si se trata de una prohibición temporal, o de si
esto supondrá el cierre definitivo de la marca china. Sea como fuere,
queda claro el poder que ejercen los Estados Unidos sobre las compañías
de teléfonos, y cómo pueden llegar a influir sobre las mismas.