TCL ha anunciado durante el IFA que lanzará nuevos móviles a partir
del año que viene. Dichos móviles no llegarían con el sistema operativo
que hizo famosa a la marca de PDAs y Smartphones, sino que llegarían con
Android.
Palm lanzará móviles con Android gracias a TCL
Antes de la llegada de Android e iOS, la variedad de dispositivos era
mucho mayor. Una de las marcas más famosas de la época fue Palm, firma
que recordamos con cariño por varios dispositivos muy punteros que
lanzaron en una época en la que la tecnología no estaba tan madura.
Entre sus muchos logros, fue de las primeras compañías que apostó por
la carga inalámbrica, aunque lo más destacable fue su sistema
operativo. Una de las últimas innovaciones de Palm fue WebOS, un sistema
que en la época fue considerado como uno de los mejores sistemas en
aprovechar pantallas multitáctiles.
A pesar de ello, Palm no pudo remontar ventas ante la ola implacable de Android e iOS,
y acabó siendo comprada por HP, compañía que probó suerte integrando
WebOS en la HP Touchpad, producto con el que HP quiso competir con el
iPad. No vendió muy bien, así que HP acabó vendiendo el sistema a LG,
compañía que desde entonces lo integra en sus Smart TV.
Por otro lado, TCL se hizo con los derechos comerciales de la marca
Palm, con la intención de resucitarla algún día. Ese día ha llegado, y
es que TCL ha anunciado en la IFA que Palm volverá a vender teléfonos en
2018. Stefan Streit; manager de marketing de TCL; ha afirmado que los
móviles de Palm estarán diseñados para un público adulto, para usuarios que crecieron con móviles Palm.
No todos son buenas noticias, y es que aunque Palm se encargue del
diseño, serán fabricados por TCL (compañía propietaria). Este movimiento
no es nuevo, y es que TCL ya posee los derechos de las marcas de
Alcatel y Blackberry. Poco a poco, la compañía asiática se está haciendo
con marcas que en su día representaron lo mejor de la tecnología móvil. Imagen de portada DigitalTrends
Una alianza entre Nokia -el mayor fabricante de teléfonos del mundo- e
Intel -el mayor fabricante de procesadores del mundo- para desarrollar
un sistema operativo tremendamente ambicioso que englobase desde
netbooks hasta smartphones ¿Qué podía salir mal? Apenas año y
medio después de su presentación, MeeGo era un sistema operativo clínicamente muerto.
En 2010 en el mundo de la tecnología todavía resonaba el bombazo que
fue el iPhone. Android crecía rápidamente pero muchos fabricantes tenían
la esperanza de poder hacerse un hueco con su propio sistema operativo. Samsung con Bada, Palm con WebOS
y Nokia e Intel lo intentaron con Meego. Este era un ambicioso proyecto
que nacía de la fusión de dos proyectos, uno de cada compañía: Maemo de Nokia y Moblin (Mobile Linux) de Intel.
Nokia e Intel ¿qué podía salir mal?
La idea era tremendamente ambiciosa,
y quería ser adaptada a todo tipo de dispositivos: desde móviles y
tabletas a televisiones y coches. Se trataba de un concepto que
empezamos a ver ahora con Windows 10 y también con las distintas
versiones de Android e incluso de los sistemas operativos de Apple, pero
hace seis años. Se trataba de un sistema de código abierto, que podría
ser modificado por cualquier desarrollador o fabricante.
La idea de MeeGo es que cada plataforma tuviera una interfaz
diferente y perfectamente adaptada, pero siempre compartiendo el núcleo
del sistema basado en Linux. En una presentación conjunta Nokia e Intel
mostraron su sistema operativo al mundo en el Mobile World Congress de Barcelona en 2010,
la misma edición que vio el nacimiento de Bada. No fueron pocas las
empresas que se subieron al carro y apoyaron a MeeGo: Acer, Asus,
Gameloft, Peugeot e incluso AMD, gran rival de Intel en el mercado de
los microprocesadores.
La apuesta de Intel era fuerte y aseguró que el sistema operativo
recibiría una actualización potente cada seis meses, y que cada una
llevaría el nombre de una ciudad estadounidense. A finales de mayo de 2010 se lanzó la primera versión de MeeGo
para diversos netbooks que ya estaban en el mercado y que corrían sobre
Windows XP o Linux. La versión para móviles todavía tardaría unos meses
en llegar. Fue en octubre, cuando se lanzó MeeGo 1.1 que daba soporte a
algunos teléfonos que funcionaban tanto con Maemo como con Moblin,
dando acceso a ambas tiendas de aplicaciones, tanto OVI como Moblin
Store, según el dispositivo.
Nokia se desmarca…
Todo parecía ir bien, muy bien. Sólo faltaba el lanzamiento de un
dispositivo con MeeGo de fábrica para probar la viabilidad de la
plataforma. Nokia era la que tomó la responsabilidad con un smartphone:
el Nokia N9 que debía salir en 2010, pero comenzó a
sufrir retrasos. Y aquí fue donde todo empezó a salir mal para MeeGo,
concretamente el 21 de septiembre de 2010.
Olli-Pekka Kallasvuo fue sustituido por Stephen Elop como CEO de Nokia. Elop venía de Microsoft y en febrero de 2011 se anunció que la compañía finlandesa apostaría por Windows Phone en la que finalmente fue la gama Lumia. El efecto dominó había comenzado.
…y el castillo de naipes de derrumba
El Nokia N9 fue finalmente presentado en junio de 2011 -cuando ya
había otros terminales en el mercado que equipaban MeeGo de serie-,
presentación en la que no sólo se apuntó que sería el primer terminal de
Nokia con el sistema operativo: también sería el último. En septiembre,
mes en que se lanzó el terminal, Intel canceló el desarrollo de MeeGo para colaborar con Samsung en el desarrollo de Tizen -que a su vez decapitaba a Bada-.
Linux se quedaba sola con MeeGo. Gracias a la comunidad, el sistema operativo tuvo actualizaciones hasta julio de 2012,
cuando finalmente murió tras una vida corta, pero que lo sitúa como
“abuelo” de varios sistemas operativos actuales, como Tizen.
Sailfish OS, la reencarnación de MeeGo
Sin embargo, que esté muerto no quiere decir que no se pueda reencarnar. En 2012 un grupo de ex-empleados de Nokia creó Jolla y lanzaron su propio sistema operativo, Sailfish OS,
creado a partir de las cenizas de MeeGo y con el que comparte muchos
elementos comunes, como la navegación a partir de gestos sin teclas.
Los juegos del hambre: Windows Phone y el trío imposible
Windows Phone ha muerto. O
como mínimo está a la espera de que lo desenchufen. Los últimos
resultados de los de Redmond son devastadores para la plataforma.
A sus creadoras tampoco les ha ido demasiado bien en el mercado del móvil.
Intel ha sido claramente superado por empresas como Qualcomm o MediaTek
y sus procesadores no tienen la cuota de mercado que ocupan en los
ordenadores de escritorio. Qué decir de Nokia. Su apuesta por Windows
Phone llevó a la división de móviles a ser absorbida por Microsoft, y el
sistema operativo tiene unas ventas bajísimas en teléfonos, siendo una
seria candidata a aparecer en esta sección dentro de unos años.
No es nuevo el ver cómo grandes tecnológicas que han ayudado a Google
a que su Android sea el sistema operativo más importante del ecosistema
móvil, buscan un plan ‘B’ por si de repente su aliado
decide cambiar las reglas del juego y quitarles todo lo que tienen
conseguido hasta hoy, cerrando a cal y canto su OS.
Y la verdad es que, de cierta manera, esto ya está ocurriendo por que los de Mountain View
son los que tienen perfectamente organizado todo el negocio de los
servicios que hay alrededor de su Android, que genera casi más dinero
que el propio de fabricar y vender móviles y tablets. Así que de alguna
manera los LG, Samsung, Sony, HTC, etc., están trabajando para la cuenta
de resultados de Google, poniendo ellos unas plataformas de hardware
que cuestan decenas de millones en I+D.
WebOS vuelve a la vida, de verdad
Y si Samsung lleva ya algunos años amagando y no dando en su plan ‘B’
de meter Tizen en sus smartphones para olvidar Android en sus
celebérrimos Galaxy, ahora parece que LG empieza a dar pequeños pasitos
para intentar que su WebOS tenga más recorrido que el que muchos le
auguraron que tendría cuando se lo compró a HP en febrero de 2013.
Esto viene a cuento por que, además de esas TV que los coreanos ya
avanzaron que llevarían el sistema operativo creado por la mítica Palm,
aprovechando la celebración del CES de Las Vegas han dado a conocer al
mundo un smartwatch que también tiene una instalación de WebOS. Nada de Android Wear. Nada de Google.
Teles y relojes inteligentes con WebOS pero, ¿los móviles?
Da toda la sensación de que LG no va a volverse loca
y a lanzar repentinamente un smartphone con WebOS. Ya existió una serie
Palm Pre y hubo un momento en el que se le conocía como el ‘iPhone
Killer’, pero no cuajó. Seguramente la endeblez económica de Palm tuvo
mucho que ver, pero sin duda en lo que todo el mundo coincidía es en que
ese nuevo sistema operativo era muy superior a toda su competencia en
aquellos tiempos.
LG podría tener un gran tesoro en sus manos si escoge bien sus
tiempos y los va dosificando para que el mercado lo pueda considerar
como una alternativa. Es complicado discutirle la supremacía a un
Android que gobierna en más del 80% de los dispositivos
de todo el mundo pero si los coreanos van poco a poco, ¿por qué no
podrían en un futuro aferrarse a WebOS para escapar de la dictadura de
Google?
En esta batalla no parece que vaya a ser la única: Samsung sigue
confiando en Tizen y salvo en móviles, ya lo tenemos presente en
smartwatchs y televisiones. LG parece seguir sus pasos. Las dos son
coreanas y seguramente andan buscando, desesperadamente, encontrar la
fórmula mágica que les aleje de los de Mountain View y, más importante
aún, la manera de diferenciarse de la feroz competencia China
que se ha entregado a Google y su Android. ¿Por qué gastar 700€ en un
móvil con Android de LG, Samsung, etc., si hay otro de Xiaomi más
barato, con un hardware parejo a mitad de precio y que hace lo mismo por
que ambos comparten el mismo OS?
Difícil disyuntiva en la que andan las grandes compañías: no pueden
vivir sin Google pero saben que necesitan desmarcarse para que no les
termine devorando. ¿Entonces qué hacen? ¿WebOS es la salvación de LG
como Tizen de Samsung? El tiempo dirá, pero la llegada de este nuevo
smartwatch es una gran noticia para los que alguna vez disfrutaron del
sistema operativo de Palm.