Buenas noticias las que llegan desde China. Y es que esta semana ha arrancado la
producción de las primeras baterías de estado sólido
en las instalaciones de una startup asiática. Un tipo de batería que
promete grandes ventajas en el campo de la electrónica dado que éstas
ofrecerán
mayor densidad de carga, más
seguridad
y menos degradación con el uso. Así pues, la irrupción de las baterías
de estado sólido en el mercado de smartphones supondría una mejora
sustancial en lo que respecta a la
autonomía, principalmente.
Desde hace años, la ciencia busca el modo idóneo de
almacenar energía.
Su utilidad es enorme en muchos campos y el de los smartphones y
dispositivos electrónicos en general es uno de esos. Actualmente, las
baterías de iones de litio es la solución más extendida, pero las
limitaciones físicas y químicas de este tipo de pilas ha fomentado es
desarrollo de otras fórmulas. La gran esperanza ha sido la batería de
estado sólido que, por su composición, ofrece una
densidad de carga de hasta un 30% superior a las actuales de litio.
Producción de baterías de estado sólido ya en marcha
Tras infinidad de estudios y noticias relacionadas con el avance
tecnológico asociado a las baterías de estado sólido, todo parece
indicar que empezamos a ver resultados en el mercado. Y es que, tal y
como ha trascendido en China, la compañía
Qing Tao Energy Development ha iniciado la fabricación de las primeras baterías de este tipo.
Detrás de la misma se encuentra una inversión de algo más de 125
millones de euros y personalidades como Nan Cewen, miembro de la
Academia de Ciencias de China. Ahora, tras cuatro años después de su
fundación, los rotativos locales de la ciudad de Kunshan, en la
provincia de Jiangsu, avanzan que las fábricas de la compañía han
entrado en funcionamiento para iniciar la producción de las primeras
baterías de estado sólido.
Inicialmente, la producción será limitada, pero fuentes del sector
afirman que de aquí a dos años podrían duplicar la producción.
Los primeros lotes de este tipo de batería estarán destinados, según
el CEO, a “equipos especiales” y dispositivos electrónicos de gama alta.
Más autonomía y más duraderas
Aquí es donde se pone interesante el tema, dado que dentro de poco podríamos ver los
primeros smartphones con batería de estado sólido. ¿Y qué implicaciones trae este movimiento?
A falta de mayores detalles, podemos vaticinar una
mayor autonomía
dado que las baterías de estado sólido son capaces de acumular hasta un
30% más de carga debido a que el electrolito se fabrica de un materia
cristalino y no líquido o gel, como es el caso de las baterías de iones
de litio.
Si contamos con mayor capacidad de carga por unidad de peso, eso
quiere decir que una batería del mismo tamaño a las actuales
proporcionaría una
mayor autonomía en smartphones, tabletas y similares.
Sin embargo, no es la única ventaja. Otro de los puntos fuertes de las baterías de estado sólido sería la
velocidad de carga,
superior a las actuales. Todo ello sin comprometer la seguridad puesto
que no entra a formar parte ningún compuesto líquido e inflamable.
Asimismo, es interesante remarcar que
durabilidad de la batería es superior
en este caso dado que no hay un deterioro tan marcado en el electrolito
al secarse éste, uno de los inconvenientes que reducen la capacidad de
carga e intensidad de la corriente eléctrica resultante del proceso
químico que se libra en el interior de las celdas. Según la información
disponible, soportan hasta
1.000 ciclos de carga.
La noticia no hace más que avanzar que la fabricación en masa de las
baterías de estado sólido ya es una realidad. Ahora queda por ver qué
tan rápido se extienden y entran a competir otras compañías, algo que
fomentará la popularización de este componente vital en el mercado de la
electrónica.