Una alianza entre Nokia -el mayor fabricante de teléfonos del mundo- e Intel -el mayor fabricante de procesadores del mundo- para desarrollar un sistema operativo tremendamente ambicioso que englobase desde netbooks hasta smartphones ¿Qué podía salir mal? Apenas año y medio después de su presentación, MeeGo era un sistema operativo clínicamente muerto.
En 2010 en el mundo de la tecnología todavía resonaba el bombazo que fue el iPhone. Android crecía rápidamente pero muchos fabricantes tenían la esperanza de poder hacerse un hueco con su propio sistema operativo. Samsung con Bada, Palm con WebOS y Nokia e Intel lo intentaron con Meego. Este era un ambicioso proyecto que nacía de la fusión de dos proyectos, uno de cada compañía: Maemo de Nokia y Moblin (Mobile Linux) de Intel.
Nokia e Intel ¿qué podía salir mal?
La idea de MeeGo es que cada plataforma tuviera una interfaz diferente y perfectamente adaptada, pero siempre compartiendo el núcleo del sistema basado en Linux. En una presentación conjunta Nokia e Intel mostraron su sistema operativo al mundo en el Mobile World Congress de Barcelona en 2010, la misma edición que vio el nacimiento de Bada. No fueron pocas las empresas que se subieron al carro y apoyaron a MeeGo: Acer, Asus, Gameloft, Peugeot e incluso AMD, gran rival de Intel en el mercado de los microprocesadores.
Nokia se desmarca…
Todo parecía ir bien, muy bien. Sólo faltaba el lanzamiento de un dispositivo con MeeGo de fábrica para probar la viabilidad de la plataforma. Nokia era la que tomó la responsabilidad con un smartphone: el Nokia N9 que debía salir en 2010, pero comenzó a sufrir retrasos. Y aquí fue donde todo empezó a salir mal para MeeGo, concretamente el 21 de septiembre de 2010.
Olli-Pekka Kallasvuo fue sustituido por Stephen Elop como CEO de Nokia. Elop venía de Microsoft y en febrero de 2011 se anunció que la compañía finlandesa apostaría por Windows Phone en la que finalmente fue la gama Lumia. El efecto dominó había comenzado.
…y el castillo de naipes de derrumba
El Nokia N9 fue finalmente presentado en junio de 2011 -cuando ya había otros terminales en el mercado que equipaban MeeGo de serie-, presentación en la que no sólo se apuntó que sería el primer terminal de Nokia con el sistema operativo: también sería el último. En septiembre, mes en que se lanzó el terminal, Intel canceló el desarrollo de MeeGo para colaborar con Samsung en el desarrollo de Tizen -que a su vez decapitaba a Bada-.
Linux se quedaba sola con MeeGo. Gracias a la comunidad, el sistema operativo tuvo actualizaciones hasta julio de 2012, cuando finalmente murió tras una vida corta, pero que lo sitúa como “abuelo” de varios sistemas operativos actuales, como Tizen.
Sailfish OS, la reencarnación de MeeGo
Sin embargo, que esté muerto no quiere decir que no se pueda reencarnar. En 2012 un grupo de ex-empleados de Nokia creó Jolla y lanzaron su propio sistema operativo, Sailfish OS, creado a partir de las cenizas de MeeGo y con el que comparte muchos elementos comunes, como la navegación a partir de gestos sin teclas.
Los juegos del hambre: Windows Phone y el trío imposibleA sus creadoras tampoco les ha ido demasiado bien en el mercado del móvil. Intel ha sido claramente superado por empresas como Qualcomm o MediaTek y sus procesadores no tienen la cuota de mercado que ocupan en los ordenadores de escritorio. Qué decir de Nokia. Su apuesta por Windows Phone llevó a la división de móviles a ser absorbida por Microsoft, y el sistema operativo tiene unas ventas bajísimas en teléfonos, siendo una seria candidata a aparecer en esta sección dentro de unos años.Windows Phone ha muerto. O como mínimo está a la espera de que lo desenchufen. Los últimos resultados de los de Redmond son devastadores para la plataforma.