Hay vida más allá de la familia One en
HTC, en concreto, la colección de smartphones correspondientes a la
línea Desire
es muy amplia. Incluye terminales de baja, media y media-alta gama,
para todos los gustos y necesidades, aunque la mayoría comparten
similitudes físicas.
La familia
HTC Desire se organiza por su apellido numérico, a excepción del Desire EYE, un smartphone que analizamos recientemente
y que recibe su nombre dada la avanzada cámara frontal que monta (con
flash incluido). Hoy hablaremos del que está justo un escalón por
debajo, aquí va
el análisis del HTC Desire 820.
Review del HTC Desire 820: Índice
- Características
- Diseño, materiales y sensaciones
- Pantalla
- Cámara
- Software: Sense 6.0 y extras
- Batería
- Conclusiones y Opinión
- Puntuación Final
Características técnicas del HTC Desire 820
Los taiwaneses destacan en este Desire 820, ante todo,
su gran pantalla y su sonido,
dos apartados especialmente dedicados a todos aquellos que busquen un
teléfono de grandes dimensiones para consumir contenido multimedia.

En concreto, el HTC Desire 820 monta una gran pantalla de
5.5 pulgadas, cuyo panel LCD tiene una resolución
HD
(1280×720). Está protegida por cristal Gorilla Glass 3, aunque para
redondear el conjunto nos hubiese encantado que la resolución llegase
hasta el FullHD.
Como procesador tenemos un Qualcomm
Snapdragon 615, un SoC de ocho núcleos 64bits que combina 4 núcleos Cortex A53 a 1.5GHz y otros cuatro a 1.0GHz. Le acompañan
2GB de memoria RAM y 16GB de almacenamiento interno que podremos ampliar sin mayores problemas mediante tarjeta
microSD, soportando hasta un máximo de 128GB.
Especificaciones del HTC Desire 820
- Pantalla IPS LCD HD (1280×720) de 5.5 pulgadas con Gorilla Glass 3 – 267ppi
- Procesador Qualcomm Snapdragon 615 MSM8939 QuadCore a 1.5GHz
- Procesador Gráfico GPU Adreno 405
- Memoria RAM de 2GB y Memoria interna de 16GB + microSD hasta 128GB
- Cámara trasera BSI 13MP f/2.2 con flash LED – frontal de 8MP
- Batería de 2600 mAh (no extraíble)
- Conectividad LTE
- Wifi 802.11 a/b/g/n, Bluetooth LE 4.0, sensor acelerómetro, proximidad, giroscopio
- A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0
- Android 4.4 KitKat con Sense 6.0
- Medidas: 157.7 x 78.7 x 7.7 mm
- Peso: 155 gramos
Por el resto, tenemos un sensor
BSI de 13MP para la cámara trasera y otro de
8MP para la frontal, haciendo énfasis en los
selfies.
Buena noticia también es la incorporación de conectividad 4G para
aprovechar las tarifas y mayor cobertura que comienza a existir en las
ciudades. El conjunto se cierra con una batería de
2600mAh, que no se puede extraer y en el apartado de software tenemos Android 4.4.
KitKat, personalizado por la capa de HTC
Sense 6.0, de la que a continuación hablaremos.
Diseño y materiales de construcción
Siguiendo la línea de anteriores Desire, el 820 se presenta como un
smartphone-barra-phablet de grandes dimensiones con un acabado
prácticamente
unibody en plástico. Es
un teléfono grande, bastante grande, ya no sólo por su pantalla de 5.5
pulgadas, sino porque el trabajo de reducción de marcos y biseles no es
muy destacado.
El material predominante es el plástico, ya que se encuentra presente en todo su cuerpo a excepción del cristal
Gorilla Glass 3
que cubre la pantalla. En nuestro caso, hemos utilizado la versión
Santorini White, que combina el blanco y el azul bordeando el teléfono,
aunque también se vende en blanco (Marble White) y Tuxedo Gray.
El color es llamativo porque es bastante intenso, algo que puede resultar
más atractivo sobre todo al público joven. Todo el plástico tiene un acabado
Glossy,
es muy brillante y también resbaladizo, mucho. Este acabado tiene un
gran inconveniente: tras horas de uso queda hecho un asco con tanta
huella y se raya fácilmente.

Pese a sus dimensiones, al agarrar el Desire 820 resulta realmente
llamativo lo poco que pesa.
No es que con 155 gramos sea el más ligero, pero a priori tenemos la
sensación de que pesa poco para lo que aparenta. Esas dos combinaciones,
pesar poco y el acabado plástico, refuerza esa sensación de smartphone
de gama media.
Siguiendo con la descripción física, el frontal está dominado por la
pantalla de 5.5 pulgadas, y tanto en la parte superior como en la
inferior encontramos la rejilla del
doble altavoz con tecnología BoomSound que
realmente suena muy bien y gracias a su gran separación refuerzan mucho
el sonido estéreo. Tenemos un LED de notificaciones escondido bajo el
cristal, así como la cámara frontal y los típicos sensores.
Algo que no nos gusta nada: la barra negra donde se coloca el logo de
HTC. Ocurre lo mismo que con la gama One. Al tener botones virtuales,
la barra ocupa un enorme espacio
que, si no estuviese, se conseguiría un cuerpo mucho más compacto. Al
menos, esto se suaviza gracias al reducido grosor, con sólo
7.7 milímetros.

Los botones de volumen y encendido se concentran en el marco derecho,
una posición muy cómoda dado el tamaño del HTC Desire 820, y, como
hemos dicho, la trasera no es desmontable, así que en el marco izquierdo
tenemos una tapita que deja al descubierto los huecos para la tarjeta
SIM
(NanoSIM) y la
microSD. La trasera
no tiene mucho misterio, es completamente plana, brillante y sólo
tenemos, en la esquina superior izquierda, la cámara.
Lo cierto es que resalta mucho, porque también ese detalle viene en
color azul y es bastante grande. Su posición no acaba de convencerme,
puesto que es objetivo de golpes y además, dada su posición al extremo,
es fácil meter un dedo en la foto al agarrar el teléfono en horizontal,
hay que estar atento.
En general la calidad del ensamblaje es buena, no hay crujidos pero el material plástico da sensación de barato.
Su facilidad para atrapar huellas y arañazos no ayuda y, sobre todo, en mi uso diario siempre he tenido el “miedo” por si se me escurría de la mano.
Pantalla: 5.5 pulgadas HD para consumir contenidos
Llegamos a uno de los puntos que más destaca la marca taiwanesa en este Desire 820 y no es otro que su gran pantalla de
5.5 pulgadas.
Orientada al consumo de contenidos multimedia, el 820 monta un panel
con resolución HD, es decir 1280×720 píxeles con matriz RGB tradicional y
que en esas dimensiones nos dan
267ppi.
No es una densidad brutal, como la que acostumbramos a ver hoy en día
en la gama alta superando fácilmente los 500ppi, pero la verdad es que
el panel IPS se comporta muy bien. Obviamente, con 5.5 pulgadas, el 820
pide a gritos un panel FullHD
y eso en el contenido se nota. Aun así, los ángulos de visión son
realmente buenos, así como el contraste y la reproducción de colores. En
cuanto al brillo, en interiores es más que suficiente, aunque en
exteriores sí echamos en falta un escalón más, algo habitual.
Como siempre, se agradece el tamaño para
navegar, ver documentos, vídeos, películas, leer, jugar… luce bastante bien y acompañado del par de altavoces HTC Boomsound la experiencia se refuerza.
Cámara: 13MP para la trasera, 8MP para la frontal

Nada de tecnología Ultrapixel, HTC apuesta por un sensor BSI tradicional en este Desire 820, un sensor de 1
3MP con apertura f/2.2 y lente de 28mm,
una fórmula que ya ha utilizado en otros dispositivos de la familia y
que lo cierto es que da un gran resultado para tratarse de un smartphone
de gama media.
Con buena luz, ya sea a pleno sol o en interior bien iluminado, la cámara se comporta
realmente bien, las imágenes tienen un
gran nivel de detalle,
son definidas y tanto los colores como la exposición están muy
conseguidos. Quizá en algunas tomas el color toma un tono más
amarillento, pero en general las fotos resultan muy buenas dentro de su
gama.
En interior o con poca iluminación la calidad se resiente un poco,
el enfoque tarda un poquito
más en pillar el punto y aparece el temido ruido, pero tampoco hay que
echarse las manos a la cabeza. Las fotos en baja luz son un punto a
mejorar por todos los terminales, pero podemos decir que este Desire 820
se comporta bastante bien.

La
aplicación de cámara de HTC es muy completa y con
controles directos, tenemos acceso rápido a ajustes manuales como la
exposición, ISO, medición, efectos en directo, bloqueo del enfoque… así
como diferentes modos de disparo, como HDR, Panorámicas y más.
Por otro lado, HTC también facilita la creación de vídeos gracias a
Zoe,
es una aplicación muy sencilla para capturar, agrupar, editar y
compartir momentos con conocidos. Además, se encuentra disponible en
Play así que se va actualizando frecuentemente sin necesidad de esperar a
OTAs del sistema.
Por cierto, no nos olvidamos de los
selfies, la cámara
frontal de 8MP
también da un buen resultado, imágenes a gran resolución e incluye
extras de software como la opción foto matón o una especie de “modo
belleza” para retocar la piel automáticamente.
Software y experiencia de uso: Kitkat con Sense 6.0
No hay sorpresas aquí, el HTC Desire 820 se vende actualmente con
Android 4.4.2 KitKat, de momento no hay datos sobre cuándo se actualizará a Lollipop, pero esperamos que lo haga porque por hardware no será.
Junto a KitKat nos encontramos un viejo conocido,
Sense, la capa de personalización que HTC lleva introduciendo en todos sus teléfonos desde hace años y que en esta ocasión la tenemos en su
versión 6.0.
Poco queda por decir de Sense que no hayamos dicho ya. Es una de las
capas más optimizadas y lo cierto es que en este 820 fluye como la seda.

Su rendimiento es muy bueno, no tenemos
ningún lag
aparente, ni ralentizaciones, el diseño irá por gustos, a mi
personalmente me atrae más Android en su versión stock, pero Sense está
bien acabada, desde el cajón de apps, a los ajustes más profundos,
pasando por esa multitarea que muestra mini previsualizaciones de las
apps en cuadrícula y, por supuesto, destacando
BlinkFeed.
¿Qué es BlinkFeed? Para los que no lo conozcáis, se trata básicamente de un
panel de noticias, un muro infinito que se coloca en la primera pantalla del escritorio
y que podemos personalizar de forma que siempre tengamos noticias de
interés a la vista. Se pueden configurar las fuentes de información e
incluso añadir al feed las actualizaciones de nuestras redes sociales.
En general, el Desire 820 se mueve muy bien, las
transiciones son rápidas, fluidas
y no me he encontrado problemas con ninguna de las aplicaciones que uso
en mi día a día. La multitarea no es instantánea, pero no es para nada
lenta. Quiero decir, las apps se muestran al momento, pero para
maquillar un poquito el proceso añade algunas animaciones más largas.

Mucha navegación web, intenso uso de redes sociales, visualización de
vídeos, música, algún juego ocasional… el HTC Desire 820 cumplirá las
expectativas del usuario medio. El principal problema con el que he
encontrado en mis jornadas con él no ha estado relacionado con el
software, sino con el tamaño y las sensaciones que me ha desprendido al
agarrarlo. Es grande, resbaladizo y, aunque
se lleva cómodo en cualquier pantalón por su bajo grosor, al sentarnos o realizar algún movimiento habitual notaremos que está ahí y habrá que sacarlo.
Batería, en la media
Batería no extraíble, la tendencia que cada vez siguen más fabricantes. En este caso encontramos una unidad integrada de
2600mAh
de capacidad. ¿Su autonomía? en la media, pese a que podemos pensar que
se queda algo corta por su tamaño de pantalla, en el uso real
encontramos consumos aceptables y con que he detallado antes, es decir
un
uso mixto, llegamos fácil al final del día.

Si controlamos el brillo y las conexiones, incluso podremos alargar
la batería hasta el día siguiente, aunque es bastante probable que se
necesite tirar de cargador para acabarlo. Eso o activar el
modo de ahorro de energía.
En concreto tenemos dos, uno menos agresivo que simplemente limita la CPU y las animaciones y por otro lado el modo de
ahorro extremo
que limita toda la funcionalidad del móvil a lo básico: llamadas,
mensajes, calculadora y poco más, permitiendo alargar mucho más la vida
de la batería y que puede sernos muy útil si estamos lejos de un
enchufe.
Conclusiones del análisis del HTC Desire 820
Llegamos al final del análisis del HTC Desire 820. En él encontramos una buena opción en la gama media-alta, lo cierto es que
no tiene puntos realmente negativos,
la cámara cumple contra las de su tipo, la pantalla, pese a ser HD,
está a la altura, es fluido, se mueve bien, la batería cumple y en
general no

tenemos quejas del rendimiento.
Es una buena evolución del Desire 816, que ya analizamos,
aunque tampoco representa un salto brutal (incluso comparten algunos
componentes, como la pantalla). Sí se ha dado el salto al procesador
octacore y está preparado para aprovechar Android
Lollipop, pero antes debe esperar
su turno de actualización.
El gusto por el diseño es subjetivo, pero en mi opinión creo que es su
peor punto. Los materiales, pese a estar bien ensamblados, podrían ser
otros, le hacen ser
resbaladizo y objetivo de las huellas.
