Todos conocemos a estas alturas el caso que Apple y el FBI han
mantenido en los juzgados, a causa del iPhone cifrado de uno de los
responsables del ataque en San Bernardino. El FBI quería que Apple
creara una versión que les permitiese acceder, y Apple se negó
argumentando que
crearía un precedente demasiado peligroso para los usuarios.
El FBI ha abandonado el caso después de contratar los servicios de
una compañía de seguridad israelí, quienes accedieron al contenido del
teléfono en menos de 24 horas a pesar de que el FBI dijera más de una
decena de veces que “Apple es la única que puede hacerlo”. Ahora la
batalla está en
saber el cómo se han conseguido esos datos, pero esa es otra historia.
¿Qué ocurre con el FBI, los iPhone, Apple y Google? Todos los detalles
El iPhone de San Bernardino,
perteneciente a un presunto terrorista, ha causado el enfrentamiento
entre las tecnológicas y el FBI.
La situación hizo que los gigantes tecnológicos se tuvieran que
posicionar en una u otra parte: mientras que compañías como WhatsApp o
Microsoft se han puesto detrás de Apple, otras como BlackBerry o Amazon
han dado pasos atrás en favor del FBI. ¿Pero qué hubiese pasado si, en
vez de un iPhone, hubiese sido un dispositivo equipado con Android?
Caso 1: un Android por debajo de Marshmallow, sin cifrado
El cifrado supone uno de los grandes problemas de Android:
mientras que los iPhone vienen con cifrado obligatorio -y sin
posibilidad de desactivarlo- a partir de iOS 8, en Android este cifrado
obligatorio ha llegado con Android Marshmallow. Y si combinamos todo eso
con la falta de actualizaciones, nos encontramos con la tormenta
perfecta para el FBI.
En caso de hablar de un dispositivo por debajo de Android
Marshmallow, y contando con que el usuario no ha activado el cifrado por
sí mismo, los especialistas del FBI
lo tendrían muy sencillo para extraer los datos del teléfono. Todo sin que la agencia estadounidense tuviese que pedir nada a ninguna compañía, en realidad.
La importancia del cifrado de datos en Android, ¿puede ser un problema para Google?
Estos días hemos asistido a
una batalla con la privacidad como protagonista, y el cifrado de Android
se hace imprescindible para mantenerla en los móviles.
Caso 2: un Android con Marshmallow, o con cifrado
Los chicos de The Conversation han realizado un experimento
para comprobar cuánto tardaríamos en caso de encontrar un Android
cifrado. Para ello, han intentado asaltar un
Nexus 4 con Android 5.1.1 Lollipop y cifrado activado, para después contarnos sus resultados
en este artículo.
Android nos deja intentarlo todas las veces que queramos, poniendo 30 segundos de penalización por cada 5 intentos fallidos, y
mantiene la cuenta de las veces aunque se restaure de fabrica tras varios intentos.
Suponiendo que tenemos un PIN de 6 dígitos, llevaría 69 días encontrar
con la contraseña correcta en el peor de los casos. Eso sí, el atacante
no se llevará nuestros datos, el teléfono se borraría antes para
evitarlo.
Por otra parte,
el bloqueo en el arranque es mucho más duro porque
se trata de una contraseña completa. También restaura de fábrica el
teléfono, esta vez después de fallar 30 veces seguidas. Suponiendo que
tenemos una de seis letras, todas minúsculas,
tardaríamos más de 58 años en el peor de los casos.
También es curioso que Android restaura el teléfono tras varios
intentos automáticamente, no tenemos la opción de desactivarlo, mientras
que en iOS esta característica es opcional y debe ser activada por el
usuario. Eso también significa que
el FBI no podría acceder a nuestros datos sin conocer la contraseña.
¿Qué otras opciones existen?
Por suerte o por desgracia, el panorama de Android es diverso y esto
hace que contemos con todo tipo de opciones. Algunas de estas
posibilidades son las siguientes, aunque entramos en el resbaladizo
terreno de la especulación:
- Como con la copia de seguridad de iCloud, Google también guarda muchos de nuestros datos en la nube, datos que podría ceder a las autoridades -como hizo Apple- para ayudar a continuar con la investigación.
- Si el teléfono tiene root hecho, permisos de
administrador, se podría aprovechar para subir en la escala de permisos,
y conseguir un acceso al sistema que no se puede conseguir de forma
habitual.
- El iPhone de San Bernardino era de propiedad gubernamental; de haber utilizado una suite para controlar todos los teléfonos de los empleados podrían haber forzado un reseteo del bloqueo de pantalla sin más problemas. Esas suites también funcionan con Android.
- El Administrador de dispositivos de Google, para los casos en los que los perdamos, permite bloquear dispositivos con una nueva contraseña, forzando el cambio del bloqueo actual por un nuevo bloqueo.
- Lo malo del asunto es que entrar en la cuenta de Google puede ser
igual de complicado que entrar en el dispositivo, un problema diferente
que ‘quizás’ Google no tendría.
Todo eso contando con que Google tenga una orden de un juez que le
pide estos datos, y estos quieran colaborar con la justicia. Como hemos
dicho antes, sólo estamos especulando, pero se tratan de diferentes
maneras de atacar el problema.
¿Y si Google y el FBI fueran a juicio?
Supongamos que, en vez de un iPhone cifrado, nos encontramos un
Android cifrado. Y en vez de Apple, la que se encuentra con todo este
marrón es Mountain View. Ninguna forma ha funcionado, el FBI le hace la
misma “sugerencia” a Google, y estos se niegan.
Tanto Apple como Google son grandes compañías, y ambas estarían
preparadas para aguantar el asedio en los juzgados.
En el caso de Apple podemos incluso afirmar que tenían mejores abogados
y mejor defensa que el FBI. Este caso, de haber sido ganado por Apple,
hubiera sentado un precedente que apoyaría a los usuarios ante un
supuesto espionaje del gobierno.
¿La seguridad debe estar por encima de la privacidad?
La privacidad es un tema
candente en estos momentos, y la pregunta es clara: ¿la seguridad es una
excusa válida para romper la privacidad de los usuarios?
Esto es algo que al FBI no le conviene para continuar con sus investigaciones, y posiblemente
el motivo por el que han decidido rendirse;
no han conseguido que Apple de su brazo a torcer y saldrían perdiendo.
Más cuando, después de haber repetido y repetido que el caso estaba en
manos de Apple, lo han soltado con facilidad anunciando que ya lo habían
conseguido.
En cualquier caso, esto no es una cuestión de que “no escondemos
nada” y “no tengamos nada de lo que tener miedo”: nuestra privacidad es
importante. Y
puede que el próximo “iPhone de San Bernardino” sea contra una pequeña empresa, y esta empresa no pueda defenderse como lo ha hecho Apple.