Windows Phone nació como la evolución de Windows Mobile, un sistema operativo móvil que se había quedado en claro retroceso con lo que estaban consiguiendo Google y Apple. El sistema, Windows Phone 7, nació con varias años de retraso y nunca supo ponerse a la altura. Siempre se le consideró una seria alternativa a Android, pero lo cierto es que nunca pudo acercarse.
Windows 10 para Móviles: de competencia para Android a anécdotaHoy tenemos que decirle adiós a Windows Phone 8.1, la última versión de este sistema operativo a la que Microsoft deja oficialmente de darle soporte. Esto no quiere decir que Windows para móviles pierda el impulso de la empresa, pero sí que las versiones anteriores se convierten automáticamente en obsoletas. Una lástima: a pesar de que no era una mala opción nació sin estar a la altura. Y boicoteado por Google, que también hay que decirlo.
Ríete de la fragmentación de Android, Microsoft
Mucho le criticamos a Google por la famosa fragmentación de nuestro sistema operativo. Sería de ciegos negarla así como no darle la importancia que merece, pero también es cierto que Google pone de su parte para que esto se corrija. Comparativamente hablando, Microsoft no hizo más que ponerle piedras a su sistema operativo.
Dos veces se quedaron atrás los usuarios de Windows Phone ante actualizaciones que rompieron por completo con las versiones antiguas impidiendo que los usuarios pudieran renovar su software. Tampoco consiguió mucho con el salto de Windows Phone a Windows para móviles, solo hay que ver el siguiente gráfico. Ríete de la fragmentación de Android.
Según AdDuplex solo el 20,3 % de los usuarios del sistema operativo móvil de Microsoft dispone de una versión que quede cubierta por soporte. Windows Phone 8.1, la versión que muere hoy, está presente en el 73,9 % de los dispositivos. Aunque tampoco es de extrañar, Microsoft apenas ha conseguido vender sus últimos smartphones y gran parte del parque se ha quedado con la imposibilidad de actualizar.
Microsoft quiso convertir a su sistema en una seria alternativa a Android. Cualquier marca podría acceder a él, pero siempre mantendría la apariencia stock. Las actualizaciones serían puntuales con independencia de la marca y el modelo, aunque tampoco terminó resultando así. Y el avance de las novedades fue tan lento que aún hoy arrastra parte de las deficiencias de la primera versión, Windows Phone 7.
Fue bonito mientras duró. O quizá no…
Windows en móviles como tal no va a desaparecer, eso hay que tenerlo claro, pero sí que irá pereciendo la mayor parte de dispositivos que siguen utilizando a diario el software de Microsoft. La empresa está más centrada en su sistema de escritorio, su negocio de empresa y otros dispositivos (Hololens, XBOX…) más que en los smartphones. Y el resto de marcas ni considera probar con Windows por más que Android esté superpoblado.
Digámosle adiós a Windows Phone como se merece, con una despedida sentida. No pudo ser, pero aún nos queda Windows para móviles. En el 20 % de todos los móviles con el sistema de Microsoft, algo es algo.